Este fenómeno ha crecido de manera exponencial en los últimos años

El equipo de gobierno local mantuvo una reunión con el catedrático de Química Analítica, Javier Hernández, investigador principal del proyecto y coordinador del grupo de investigación en Química Analítica Aplicada (AChem) de la Universidad de La Laguna, para conversar sobre el problema de los microplásticos llegados a las costas ariqueras. El docente expuso una presentación de los resultados obtenidos del proyecto Interreg-MAC, con el acrónimo IMPLAMAC, aportando datos de la evaluación del impacto de microplásticos y contaminantes emergentes en 46 playas de las costas de la Macaronesia, entre las que se encuentra la playa de La Punta de Abona, un proyecto que se ha ejecutado durante más de tres años.

El objetivo de este encuentro fue ofrecer una visión general de la problemática asociada a la presencia de microplásticos en Arico, dado que la playa de La Punta de Abona está considerada como un punto negro por su gran concentración de estos materiales. Este fenómeno es un gran riesgo para la biosfera afectando a todos los sectores ambientales: mar, tierra, aire y biota.

La alcaldesa de Arico, Olivia Delgado, manifestó su preocupación por un tema que se viene repitiendo cada año. “Hemos conocido de primera mano los estudios que se han realizado por IMPLAMAC, en varias playas canarias y la utilidad de los microplásticos para el tratamiento de los lixiviados”. “El monitoreo es importante para realizar un seguimiento de estos materiales y así, poder intervenir lo antes posible”, señaló la regidora.

Por su parte, el investigador Javier Hernández afirmó que “Arico es una zona estratégica para la llegada de estos materiales, puesto que las corrientes dejan gran parte de los microplásticos que llevan ondeando en el mar durante años”. “Los materiales que hemos estudiado han podido ser arrojados al océano hace más de 10 años”, comentó el catedrático.